jueves, 13 de junio de 2013

lo cotidiano



Como todos los días de los últimos años ella se subió por el otro lado, murmuró algo y el arrancó.

Sus ojos miraban por las ventanas. El con la mirada en el camino murmuraba algo del clima. Ella veía  las vacas que rumiaban en el campo y contestó algo inentendible. Ella lo miró mientras él veía para el otro lado. El la miró luego. Su suspiro le volvió a la realidad.

La mano de ella se estrechaba a la izquierda. La mano de él se estrechaba a la derecha. Sus ojos apenas se entrecruzaron un segundo.



Llegaron.

El manejaba adelante.
                              Ella iba atrás.

- ¿cuánto es?

- $4.50 - dijo el

- póngalo a la cuenta – contestó ella