miércoles, 28 de enero de 2015

gran quizás

[Sugerencia: leer todo este texto de una, leer luego los vínculos provistos]

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Fuente: http://www.myjunkobsession.com/2012/03/painted-suitcases.html
Parafraseando a François Rabelais, me voy en búsqueda de un gran quizás[1]. Tengo algunas dudas, muchas certezas y cantidad de interrogantes. Así como son los quizás. Inciertos. Y con tantas posibilidades que es mejor dejarlos así.


Me voy, no porque acá no es suficiente. Me voy porque si bien es así, tengo un empacho con el status quo. Estoy en una zona de confort que me está apolillando la comisura de la sonrisa y anquilosando las articulaciones de la emoción. Años en lo mismo - con sus subidas y bajadas estacionales - que es necesario dejar todo y ponerse el sombrero de explorador. Dejar lo cómodo y seguro por lo espontáneo y arriesgado. Dejar la satisfacción de lo conocido por la emoción de lo que vendrá. De volver a tentar a lo desconocido. De empezar una aventura. Como ya las que ya he tenido antes y que han sido tan gratificantes.

A estas alturas del partido uno generalmente no deja todo. Todo. Uno no deja lo que ha trabajado en tener. Pasando por los apegos, las brujas y para llegar a las herencias tangibles e intangibles. Uno generalmente no hace eso. Generalmente. Pero yo no encajo en las generalidades. Nací con la mochila puesta - dice mi mami a menudo. Y ahora la mochila se cambió por ocho maletas en clase turista para una aventura en familia.

Fuente:
https://www.pinterest.com/pin/362891682445054623/
No creo que es ser valiente como me dijeron hoy. Creo que es tener sed de seguir aprendiendo, de seguir creciendo, de seguir viviendo. De aprender, crecer, vivir de acuerdo a ese sueño personal parqueado en algún lugar de la memoria. De ese sueño bien necio que se rehúsa a ser archivado por mucho tiempo. Uno que alborotó la comodidad y me hizo picar la curiosidad.


Es hacerlo porque sé que puedo. De hacer algo a pesar de tener miedo. De encaminarme a los Himalayas en lugar de preferir un paseo en carrusel. De saber que entre los intangibles que dejaré a mis hijos es la certeza que cualquier momento es bueno para aventurarse y cambiar la rutina. De experimentar un quizás que va a ser mejor en experiencias, en oportunidades, en metas cumplidas. O tal vez, simplemente, por tener la oportunidad de ese quizás. Y, realmente - porqué no.








[1] N. de la A. esta frase la ví por primera vez en el libro de John Green “Looking for Alaska”


[Publicado en el Diario El Tiempo de Cuenca el 31 de enero del 2015 - http://www.eltiempo.com.ec/noticias-opinion/10217-gran-quiza-s/]